viernes, 21 de mayo de 2021

Ya no me tocas

Me miras tras la mirilla

y aunque ya no me tocas,

siento que me susurras al oído.


Me estás ahogando,

aunque no respiremos el mismo aire,

pero has llenado mi cabeza de agua.


Voy a convertir mi boca en el grifo

que me vacíe de ti,

mis manos en el avión que me aleje,

mi estómago en el trozo de tierra que necesito pisar para recordar que

aunque dispares,

ya no me alcanzas.



martes, 28 de agosto de 2018

(Nunca el suficiente caos para escribir)

Puedo escucharte,
Puedo verte llorar y partirte en dos,
sentir que siempre has sido el segundo.
Estás en un lugar frío,
los edificios caen a tu alrededor sin poder tocarte,
pero yo puedo escucharte.

Nunca lo suficiente hermoso,
Nunca lo suficiente gigante,
Nunca lo suficiente feliz,
Porque son cosas que no existen.
Sin embargo puedo verte real,
tu voz puede llegar a gritar lo bastante alto, 
tus pliegues se doblan como las páginas de un libro.

¿Y quién no recuerda un libro?
Puedo convertirte en Jack y las judías mágicas llegando al cielo,
te veo descubriendo una isla y tú siendo el tesoro,
uno para todos y todos para uno siendo uno y no el segundo,
llega a Hogwarts y no te tapes la cicatriz,
sé un muñeco de madera que no se miente a sí mismo, 
Y cuando lo tengas claro mírame y dime lo estúpidos que fuimos.

Los segundos nunca fueron los primeros,
Los segundos descubrimos que somos los segundos con las personas que no merecen que seamos sus primeros. 
Puedo imaginarnos incendiando la tristeza de las casas deshabitadas,
viéndonos vivir con la tranquilidad de hacernos el querer,
de querer queriendo,
de hacer el bien esperando que al morir nos hayamos ganado un baile con Juana de Arco.
A ella no la salvaron los suyos,
aunque tú nunca tengas la certeza,
mientras podamos escucharnos las llamas nunca quemarán lo suficiente.



(Foto: Pinterest. La noche en la que yo era dos personas en la misma cama y tuvieron una conversación.)

miércoles, 15 de noviembre de 2017

(1:30)



He escrito el final
en tantos idiomas que he perdido el sentido,
y sigue sin cambiar nada.
Tú te das la vuelta y yo deseando quedarme
o que te quedes ¿Qué importa?
Si ninguno de los dos sabe donde está.

Mañana alguien como tú me construirá,
hoy alguien como yo no puede quererte más.

Nunca el agua ha sido tan líquido,
tan triste,
tan recuerdo o carta.
Nunca el sueño contigo fue una estación vacía.

¿Cómo puedo curarme?
Me cedieron el tiempo y se me coló entre los dedos,
el grito de ayuda lo escribí en braile,
supongo que para que un día
venga a buscarme
quien entregando su amor
también se quedó ciego.


lunes, 6 de noviembre de 2017

(el viejo del mar)

Ahora que no llevo ropa,
mira el volcán.
Tengo un fuego en el estómago porque tragué
tu veneno, arrodillado en Atocha.
Sin calles/ ni trenes/ninguna parte/ni ojos/ni boca/ni islas/ni lava.
Solamente tu puta despedida.

Bajó una mosca y me prestó sus alas,
reducido a lo que tú querías que fuera.
Soplé y murió, tu veneno, mi olor a cadáver.

Ahora te imaginas mirando al cielo,
para llorar como la monja al ateo,
pero en las estaciones hay quien resucita.

No miré al cristal, lo clavé en mi puño.
Me llevé las aceras en las rodillas,
le arranqué las alas a un ángel caído
y el músico de la 1 me prestó su: no tengo nada que perder, que me pierdan.

Ahora que me desvisto,
mira el mar.
Tengo dentro dos océanos, si abro la boca te vas ahogar.
y yo ya no tendré ni pasado,
ni futuro.

Se me ha olvidado tachar días en el calendario,
pero puedo respirar.
Se han descolgado de mis pies todas las ramas, como un árbol besando al incendio
el día de su boda.

Ahora me imagino andando
por la playa,
escribiendo a quien se enamoró.
Que ya no soy yo.
Prohibido el mar/que me recuerda a ti/prohibida ya la rabia/y las listas para superarte:
no soy la orilla, aquí no llega nadie.

Un día Ojalá será solo un viejo
que vivía en el mar.
No te esperaba.
No te quería.
Me seguía doliendo.
No me quería.
Un día el viejo del mar será otro
Y yo
El
Mar.


viernes, 3 de noviembre de 2017

(Y tú...)



Cuando te vuelva a ver
no me voy a reconocer,
nos he pensado tantas veces
que tendremos los ojos
desgastados
de tanto mirarnos.

Tu boca será un Big Ben desconectado,
me dirás que llego tarde
y yo me diré que
no
llegué nunca.

Cuando te vuelva a ver
llevaré tu camisa rota,
se me verán los no me quiero
por los cuatro costados.

Y tú nunca vas a quererme.

Cuando me vuelvas a ver,
seré el deshielo del ártico
justo el mismo día
que creí que liberarías al preso
condenado injustamente.

Esta vez me cogerás en brazos
y me hundirás a tiempo,
¿Yo nunca te quise?

Cuando volvamos a vernos
yo habré reconocido el disfraz
que le puse a mi cuerpo
el día del entierro.

Voy a reconocer que me enamoré
de ti, igual que lo hizo
el preso del carcelero
cuando tintineó la llave frente a sus ojos.

Y tú nunca vas a quererme.
 

lunes, 2 de octubre de 2017

(que quererte es tan sencillo)



Quiero que no te veas
como el chico de los ojos tristes en el tren,
quiero que me mires a los ojos y te aprendas.

Quiero que te quieran.

Quiero que te duermas en un hotel
y te despiertes en ti,
en el único mar donde no puedes ahogarte.

Que de la muñeca te cuelguen flores
y no decisiones,
los años que te quedan y no los que lloraste.

Que te reciten Benedetti pero que me dejen a mi
el "Que el mundo y yo te queremos de veras,
pero yo siempre un poquito más que el mundo." y
que lo hagan tan bajito que el problema sea un poema.

Quiero que tu tristeza sea elección
y no golpe.
Quiero que el nos queremos
venga antes del te quiero y que no te hagan la cama
por si vuelves.

Quiero que sepan que quererte es tan sencillo como pensarlo.
Que te veas como el chico de los ojos tristes en el tren,
que te mires y te sepas.


domingo, 23 de julio de 2017

(náufrago)



He venido a buscarme y
me he encontrado con los ojos enrojecidos,
la boca encharcada y enredado en
el jersey de los domingos.

He venido a buscarme y
me he encontrado tan perdido que
ya no tengo hogar en mi propio cuerpo.
Tan usado por mi,
que ha muerto el destinatario,
tan sin lágrimas que ya no sé llorar.

Me he mirado como
quien se despide y me he dicho
Creo que no sé querer a nadie
Me he preguntado ¿Y a ti? ¿A ti sabes quererte?
¿Y quien soy yo?

No me reconozco,
he estado en tantas playas que he perdido
el océano,
he silbado a tantos barcos que nadie ha venido
a buscarme,
he escrito una carta con la tinta de mis dedos.

Querido quien seas,
deja de buscarme y llévame al mar,
sácame a bailar cuando nadie lo haga,
cúrame las heridas,
dime lo que necesito oír y lo que no,
no me castigues cuando vuelva desnudo de otras camas,
no busques culpables,
ayúdanos a volver a empezar.

Hoy me he visto
y nunca he tenido tantas ganas de salvarme.

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